lunes, 14 de febrero de 2011

69 de amor

Canciones románticas hay cientos, y quizá hay quien piense que eso es lo que menos necesita la música. Afortunadamente en 2001 el grupo de Indie 'The magnetic Fields' no pensó lo mismo, y se dedicó a dar una lección (extensa) de lo que una canción de amor debe ser. El compositor de todas ellas, Stephen Merrit.

69 historias que hablan de amor, de desamor, de amores que acaban bien, y otros que no tanto, contadas y cantadas en una variedad de ritmos, porque 69 canciones dan para tener gran variedad y alcanzan para que algunas sean rockeras, otras suenen a  Jazz de ese rico. De la A a la Z narran sus historias a ritmos dispares y diferentes, algunas suenan pop, y otras un poco barrocas, hay algunas que simplemente suenan a música que me gusta, aunque no le conozco el género.




Quizá tres discos de estas canciones son un golpe de amor demasiado fuerte, pero ya que hoy, 14 de febrero, muchos se lo están diciendo, y para mí la mejor forma de decir (decir lo que sea) es con música, les dejo el link, no es para escucharlas al hilo, es de a poquito, como el amor en sí. Ya verán que caen en los encantos de 'The Magnetic Fields'.

Musiquerío completo acá
y acá
y también acá.


lunes, 7 de febrero de 2011

Red Rock

La primera vez que escuché a los White Stripes estaba en casa, dejando que la tele hablara sola. Recuerdo que el canal era el 11, del IPN. Yo no miraba a la pantalla, solo escuchaba, pero los White Stripes me hicieron mirar. Su ritmo sencillo y pejagoso (aunque no de esos que odias porque no salen de tu mente) me gustó al instante. Además la saturación de color rojo del video y las expresiones de John Anthony Gillis (Jack White para los amigos) me obligaron a mirar con atención, y a correr a buscar más acerca de ellos en cuanto terminó.

La otra parte de este dúo, o sea Meg White, es una percusionista con bastante punch y una actitud que me parece muy adecuada para tocar garaje, quizá por eso fue una de las varias razones de que me interesara en tocar la batería (objetivo en el que aún no soy ni remotamente exitosa).


Han pasado trece años desde que los White atraparon a muchos con su garaje retro de color rojo. La semana pasada me enteré que se separan. Aunque es el final del dúo, escucharemos más de ellos, pues su sello discográfico planea lanzar material inédito.


Por lo pronto dejo dos de mis discos favoritos de ellos, ‘Get behind me Satan’ y ‘White Blood Cells’ .

miércoles, 2 de febrero de 2011

De Egipto y sus influencias

Mi hermana, C, siempre ha querido ir a Egipto. Ahora con todo el caos que se ha generado en aquellas tierras, las revueltas, la incomunicación, la necedad de su presidente, el intento del gobierno por ocultar lo que ocurre, google haciendo esfuerzos por dar una voz a los protagonistas (los ciudadanos) C está bastante triste pues es una adoradora de su cultura y su arte (que se duele al ver cómo lo destruyen), ávida lectora de su historia y conocedora de sus antiguas creencias. Hoy mirábamos las noticias que transmitían una de tantas destrucciones y me dijo con cara sorprendida y triste '¿Por qué lo hacen, qué no es su país?' Pensé que tiene razón, pero que la masa, la multitud, tiene una consciencia propia y que el comportamiento colectivo sobrepasa el juicio y sentido común del individuo que en solitarío no actuaría de esa manera. 

Entiendo la desesperación y me desespero ante la posibilidad de que ese futuro no esté tan lejano para México, aunque espero que ese no sea nuestro camino y que no olvidemos, aún en medio de tanto problema que, como dice C, es nuestro país. 

Y con esos temas me vino a la mente un cantante Argelino (bueno, Franco-Argelino) llamado Khaled, que justamente tiene gran admiración por la música egipcia y se ha visto influenciada por ella (en algunos de sus discos fusiona el rock con esta música).

Khaled canta un género que según google se llama raï, que trata un poco (un mucho) de expresar los problemas, en el caso de Khaled éstos son relacionados con alcohol y mujeres (no, para nada es como Lupillo Rivera, aunque suene parecida la temática). El Islam consideraba al raï algo indigno (¿Hay algo que el Islam no considere indigno? aparte de sus prácticas, que en muchos casos, me parecen indignantes) por lo tanto se desarrolló en la clandestinidad hasta la mitad de los ochentas. 

En el disco que les dejo hoy, 'Kenza', se sienten mucho más las influencias de la música árabe y un poco de reggae. En este disco hay una versión interesante de la muy covereada 'Imagine' con esos toques de entonación árabe de la voz de Khaled, y también la canción 'Allech Taadi' que aunque por nombre no les resulte familiar, quizá los más cinéfilos la reconocerán como parte del soundtrack de 'El quinto elemento'.